Gran Trail Ternua-Sobrarbe: Regreso a Pirineos

27 de junio de 2015

Foto de Gaspar corriendo durante la carrera Ultra Trail Ternua-Sobrarbe el 27 de junio de 2015. Crédito de la foto: Monrasin

Hay veces que el mundo parece ponerse en contra de que corras una carrera que te mueres por hacer. Esto es lo que me ha pasado con la Ultra Trail Ternua-Sobrarbe (66Km - 3900m desnivel positivo) que había planeado para hacer durante mis vacaciones en España.

En los últimos 5 meses (Enero-Mayo) he incrementado notablemente el volumen en Km semanales de cara a estar listo para esta carrera. Además metí dos carreras por montaña de 50Km que he relatado aquí (Quicksilver-50k y 50k-crystal-springs) en enero y en mayo, con resultados muy positivos. Pero para afrontar una carrera europea se necesita algo más que correr. Son carreras muy técnicas y con grandes desniveles.

Así que el mes de junio, una vez aterricé en España, lo dediqué a meter kilómetros verticales en senderos técnicos en los que correr es imposible. Pero no pude hacer nada más largo de 3h. Y es que otra pieza fundamental para enfrentarse a carreras de más de 7h es hacer salidas al monte, aunque sean andando, que duren más de 8 horas. Era una de las patas que me faltaba pero -paradógicamente- no he podido disponer de tiempo libre durante mis vacaciones para hacer eso.

Pero de todos modos, los planes se interrumpieron el 15 de junio. Tuve que hacer una mudanza y cargar y descargar un camión entero prácticamente yo solo, incluyendo dos viajes de 350Km en 12 horas. El resultado fue que no pude seguir el ritmo de salir a correr todos los días por las agujetas. La peor parte se la llevó mi gemelo derecho. Me empezó a doler mucho esa misma noche. Pensé que serían también agujetas pero pasaban los días y el dolor no se iba (e incluso iba a más). Empezó a cundir el pánico. No podría meter los km necesarios para entrenar la carrera, y la propia carrera peligraba por la lesión. Hice un par de salidas corriendo para ver cómo respondía el gemelo, pero el dolor estaba ahí en la pisada. Podría ser un desgarro muscular o una fuerte contractura. Lo primero requiere una resonancia y tendría que esperar a volver a USA. Lo segundo debería mejorar con el tiempo y estiramientos suaves, es lo que hice. El dolor no iba a más pero tampoco a menos. Y el día de la carrera se acercaba inexorablemente sin que hubiese ningún signo de mejora.

Los últimos 5 días antes de salir para Pirineos los tomé de reposo absoluto. Al menos esa era la intención, porque hubo un par de días muy pesados de obligaciones que no me permitieron descansar correctamente con la pierna en alto.

Así llegó la noche del jueves 26 de junio, a la mañana siguiente (viernes) partiría para Ainsa. Pero un colmillo que le está saliendo a mi hija Emma decidió dar guerra esa noche. El resultado es que no pude dormir más de 4 horas, en dos tandas de 3 y 1 hora. Así amanecí el viernes en que tenía que coger el coche y conducir a la provincia de Huesca. A eso de las 10 de la mañana partí con un sueño horrible. Había quedado con un amigo en Lérida para darle un par de cosillas que le había traído de USA.

Una vez en Ainsa, me registré en el hotel y decidí tratar de dormir una horita para recuperar algo. Cuando me desperté me fui a la plaza del pueblo a recoger el dorsal y a escuchar la charla técnica. De vuelta al hotel preparé la ropa y material del día siguiente. En cuanto acabé intenté dormir, pero la hora de siesta me había despejado totalmente, tanto que hasta casi las 3 fui incapaz de conciliar el sueño. A las 4:45 ya estaba en pie para ir a la salida. Lo peor fue despertarme y comprobar que el gemelo seguía doliéndome como el primer día. Vaya panorama. Pero iba a correr la carrera sí o sí. Conservador pero hasta acabar todos y cada uno de los 66Km.

Desde el campo de fútbol de Ainsa se dió la salida. Desde el primer momento el gemelo se quejaba y me impedía hacer una zancada normal. Pero me tomé las cosas con calma y asumí el ritmo que podía mantener de forma aceptable. No fueron mal los primeros 25km de llaneo, un segmento muy corredor en el que me coloqué cómodamente alrededor del puesto 20º. Sabía que debía conservar en este tramo y la lesión me permitió hacer eso.

A partir de aquí comenzaba lo más duro y técnico. Los mil y pico metros de desnivel para subir al Portiello de Tella. Hasta el Dolmen de Tella seguí con los bastones guardados y eso me permitió subir al trote las primeras revueltas. Pero sabía que debería recurrir a los bastones conforme se hiciese más técnico y vertical el terreno. Aunque me hace llevar un ritmo más lento y me impide tener las manos libres para beber cómoda y frecuentemente, los bastones me permitían controlar las molestias de gemelo.

Una particularidad que hace especial a esta carrera es que las marcas del recorrido son las propias del sendero GR (Gran Recorrido) que se sigue, o sea marcas blancas y rojas (paralelas si vamos bien, cruzadas si nos hemos equivocado). Esto añade una componente de aventura y reto ya que no es fácil seguirlas si vas corriendo. Tienes que estar muy atento y las pérdidas momentáneas son muy frecuentes, necesitando deshacer el camino cuando nos damos cuenta del error al tomar el camino equivocado.

Foto de Gaspar corriendo durante la carrera Ultra Trail Ternua-Sobrarbe el 27 de junio de 2015. Crédito de la foto: Monrasin

Subiendo la pala final al Portiello de Tella, collado que está a más de 2000m sobre el nivel del mar, me di cuenta prácticamente todos los 20 corredores que llevaba delante optaban por subir en línea recta al Portiello de Tella, lo mismo hacían los que venían inmediatamente detrás mío. Las instrucciones de seguir el GR eran claras por parte de la organización y además no hacerlo puede suponer una mayor erosión, sobre todo si van a pasar más de 400 personas. Así que yo opté por seguir el GR que se desviaba unos 50-100m a la derecha de la línea más recta. Sin embargo, cuando ya lleva 3/4 partes del GR hasta el collado una persona que no sé si sería de la organización o no me gritó desde las cercanías del avituallamiento que tenía que ir a la línea directa que seguían todos. Le hice caso a pesar de que no me parecía correcto. Ahí tuve la mala suerte de clavarme una espina de cardo en el pie y tuve que descalzarme completamente para retirarla. Así perdí unos 5 puestos más o menos en el control del Portiello de Tella.

Desde aquí se encara una bajada muy técnica en la que es difícil correr. Plegué los palos en la mochila y pude bajar relativamente ligero pero a costa de castigar las piernas bastante, sobre todo el maldito gemelo derecho. Entré en Bielsa bastante perjudicado pero perdiendo sólo dos puestos, entrando el 27º. De nuevo mi estrategia de carrera era parar tranquilamente en todos los avituallamientos, comer algo según me pida el cuerpo, beber relajadamente, llenar al máximo las dos botellas de unos 550ml que cargaba, y sobre todo hablar y dar las gracias a los voluntarios que permiten estas carreras.

Saliendo de Bielsa hay un tramo corto de llaneo. Una vez acabado era el momento de sacar los palos de nuevo para afrontar la terrible subida a la Cruz de Guardia, otros más de 1000m de desnivel positivo. Al menos eran en su mayoría por bosque y la sombra se agradecía mucho durante la ola de calor en la que nos encontrábamos inmersos. La temperatura rondaba los 35C, algo a lo que mi cuerpo no estaba del todo acostumbrado. Tan sólo dos semanas de entrenamiento en Benicàssim, con un calor y humedad que nada tienen que ver con los 12-15C habituales en el Silicon Valley durante las mañanas primaverales.

Las moscas eran una constante muy molesta, principalmente en las subidas y más si pasábamos cerca de pastos de ganado. Una nube permanente de éstas rodeaban a todo corredor. Ahí agradecí mucho correr con auriculares, porque me evitaban escuchar el zumbido en los oídos. Aún así había que estar espantándolas todo el rato. Un auténtico coñazo.

Foto de Gaspar corriendo durante la carrera Ultra Trail Ternua-Sobrarbe el 27 de junio de 2015. Crédito de la foto: Monrasin

Como digo, la subida al collado de la Cruz de Guardia se me hizo interminable. Fui a un ritmo deprimente que ni siquiera puede clasificarse como "andando". El gemelo no permitía más y el calor/cansancio hacían mella. Además el agua que cargué completamente en el último avituallamiento me vino muy justa para llegar a lo alto del collado. Es comprensible que la organización avisase que en ese tramo se producen tantas pájaras y evacuaciones por deshidratación que requieren plasma.

Desde el collado de la Cruz de Guardia ya supe que me sería muy difícil bajar corriendo. Aún así hice de tripas corazón y guardé los bastones para poder ir un poco más rápido. Fui alternando pausas andando y acabé perdiendo 6 puestos más. Desde la salida misma ya sabía que mi objetivo era acabar, fuera en el tiempo que fuera, así que yo seguía con mi propia carrera y lucha interna.

Durante esta última sección de la carrera me puse de mal humor al empezar a ver envoltorios de geles tirados en el camino. Yo tras su ingesta me los guardo de nuevo en el bolsillo para tirarlos en la basura del próximo control. Pero entiendo que hay cierto riesgo de que se te caigan. Sin embargo en este caso unas cuantas veces veías la tira que los abre primero, y al poco el resto del envoltorio. O sea que claramente habían sido arrojados sin vergüenza. Muy triste. Además también vi cáscaras de plátano y pieles de las naranjas que daban en los avituallamientos tirados en mitad del camino al par de kilómetros desde el control. Todavía hay gente que dice la chorrada de que "son material orgánico", que lo son pero también son basura que tarda meses en descomponerse y una guarrada dejarlos tirados. Confío que la organización usará los corredores escoba que quitan las -escasas- balizas para recoger la basura que han dejado unos cuantos corredores cerdos y dejar el sendero limpio para que otros puedan disfrutarlo.

La llegada a meta tuvo para mí una sensación de trabajo hecho, de reto superado, aunque las sensaciones en carrera no han sido buenas. Pero es lo que tenía para dar hoy dadas las condiciones y lesión. El gemelo molesta todavía un poco pero no parece haberse jodido más, lo cual es una alegría tremenda. Veremos mañana cuando haga la siguiente evaluación de daños. Además al haber venido solo a la carrera no tenía a mi familia esperando como suele ser habitual. Otro punto negativo para la organización es que no quedaban camisetas de "allegador" (finisher) de mi talla al llegar. Opté por coger el modelo femenino y llevárselo de regalo a mi chica, gran parte del mérito de poder estar corriendo es de ella.

Me moría de ganas de correr en Pirineos. Con vistas al macizo del Monte Perdido por el Valle de Pineta, Peña Montañesa, etc. Zonas que he pateado mucho de estudiante en mis aventuras montañeras pirenaicas. Sigo enamorado de los Pirineos: ahora más que nunca.

Para acabar, unas notas sobre el material usado. En principio me niego a gastarme más de €120 en unas zapatillas de correr. No sé en España cómo tenemos estos precios tan abusivos, máxime con los sueldos que se estilan. Dado que las zapatillas de trail que me traje de USA -Brooks PureGrit 3- estaban bastante cascadas ya tuve que plantearme comprar unas nuevas. La solución ha venido de la mano de Decathlon. Por unos 70 pavos me pillé las "Kalenji Kiprace Trail 2". No estaban del todo mal. Buena adherencia y suela (ya veremos la durabilidad cuando le haga más kilómetros, transpiración adecuada, relativamente ligeras y corredoras, etc). La parte negativa es que parecen estar pensadas más para carreras de trail cortas y rápidas, yo diría que hasta 30Km y no súper técnicas. A partir de esa distancia se empieza a notar mucho el terreno y el pie sufre bastante. Cuando vuelva a USA ya miraré otras zapatillas de trail con precios más asequibles (habitualmente sobre unos €90 al cambio en primeras marcas buscando ofertas), pero por ahora las Kalenji han dado la talla.

El resto del material lo ha compuesto la mochila de trail ligera "Ultimate Direction AK", unos palos ultra-ligeros de Black Diamond de tres segmentos, calcetines de trail de doble capa Kalenji para evitar roces. Pantalón corto con malla interna y con bolsillos para meter geles y sus envoltorios una vez consumidos (cosa difícil con las mallas que tanto se llevan por aquí). Camiseta de correr técnica del Decathlon muy normalita. Gorra y gafas de sol. Material obligatorio que incluía silbato y mapa. De comida, geles PowerGel formato antiguo. Llevaba también uno con el formato nuevo y no me ha gustado nada la minúscula apertura que queda. Me he tirado dos horas para poder tragármelo. Los antiguos en tres apretones lo tienes todo dentro con lo que el proceso es más rápido. Si dejo de tener disponible el formato antiguo voy a tener que cambiar de marca. Los auriculares que uso son los que llevan un plástico que rodea el cuello, son los mejores para quitárselos y ponérselos rápidamente cuando me cruzo con alguien, o atravieso una carretera/calle. Se me rompieron los auriculares Sennheiser que traje y me pillé los barateros del Decathlon. La calidad de sonido es una mierda y a punto estuve de devolverlos, pero bueno, por 14 pavos no puedes pedir la calidad de los Sensseiner de más de 100 pavos (ya me lo miraré por Amazon cuando vuelva a USA).

Datos de la carrera

Tenéis la ruta, tiempos y parciales exactos en Strava: www.strava.com/activities/334124333